La obesidad y el sobrepeso son los trastornos metabólicos más frecuentes de la sociedad desarrollada. En países como España, México o Estados Unidos 1, de cada 4 personas tiene obesidad. Si centramos la atención en el gráfico, en nuestro país, en 1975 solo el 10% tenía obesidad, en 2016 la cifra supera el 25% y a día de hoy sigue aumentando dicho porcentaje. ¿Es la obesidad realmente una enfermedad?
Según Esteban Larronde, médico especialista en cardiología en Argentica, la obesidad es una adaptación a un medio enfermo y tratar al individuo sin tratar al entorno o al medio nos lleva al fracaso. Este enfoque cambia el paradigma de intervención centrando la atención en la persona-entorno, y no solo en la persona como foco del origen del problema. ¿Elegimos las personas vivir en un entorno obesogénico?, ¿qué papel juega la industria alimentaria en el desarrollo de la enfermedad?, ¿tienen todas las personas las mismas oportunidades para alimentarse con productos de calidad?. Estas cuestiones quedan para la reflexión personal de cada uno/a.
En cuanto a los beneficios que reporta el ejercicio físico para prevenir y/o reducir los efectos adversos de esta enfermedad, es necesario desmitificar afirmaciones sociales prevalentes en la comunidad social: “el ejercicio cardiovascular es mejor para bajar de peso y perder grasa”, “entrenar en ayunas es muy importante”, “a partir de los 30 minutos se empieza a perder grasa”, “pérdida de grasa localizada”. ¿Qué nos dice la ciencia en relación a todas estas cuestiones?
- ejercicio aeróbico de alta intensidad combinado con entrenamiento de fuerza con altas cargas son los protocolos de intervención que obtienen los mejores resultados a la hora de reducir la adiposidad abdominal, aumentar el porcentaje de masa muscular y mejorar el fitness cardiorrespiratorio.
Además de ello, la mayoría de estudios revisados argumentan que un programa de entrenamiento para una persona con obesidad, sobrepeso o dislipemia, debe contemplar las siguientes apreciaciones:
- Combinar ejercicio aeróbico (caminar, bicicleta, natación, correr) con ejercicio neuromuscular (máquinas, pesos libres, ejercicios peso corporal, bandas de resistencia etc.)
- El ejercicio aérobico debe realizarse un mínimo de 3-5 días a la semana. Con una duración mínima de entre 30’-60’ minutos. A una intensidad vigorosa >65% VO2max (volumen de oxígeno máximo) or >65% HRR or >75% HRmax
- El ejercicio de fuerza debe realizarse un mínimo de 3-5 días a la semana. Con una duración mínima de entre 30’-60’ minutos. A una intensidad media >75% de 1RM (repetición máxima de peso) y un descanso (RIR 2-3).
Una vez más estás recomendaciones extraídas de la ciencia son generales y cada persona es única por las características fisiológicas que posee. No es lo mismo una persona con sobrepeso, obesidad mórbida u obesidad sarcopénica.
¿Cómo te llamas, quién eres, qué necesitas?
- Michael Wewege, Jeanette Thom,Kerry-Anne Rye, Belinda Parmenter. Aerobic, resistance or combinedtraining: A sytematic review and meta-análisis of excersise to reduce cardiovascular risk in adults with metabolic síndrome.
- Grainne O’Donogue, Catherine Blake, Caitriona Cunningham, Olive Lennon, Carla Perrotta. What exercise is optimal to improve body composition and cardiorespiratory fitness in adults living with obesity? A network meta-análisis.
- Kuo-Jen Hsu,Chun-deLiao, Mei-Wun Tsai and Chiao-Nan Chen. Effects of exercise and nutricional Intervention on Body composition, metabolic health, and physical perfromance in adults with sarcopenic obesity: A Meta-Analysis.
- Megan S Joseph. Monica A Tincopa. Patrick Walden. Elizabeth Jackson. Marisa L Conte. The impacto of structured Exercise Programas on Metabolic Syndrome And Its Components: A sytematic Review.
- Jorge Fonseca, Carlos Gabriel Avelar, Philipe Augusto Ferreira, Aldair J,Oliveira, Jose Fernandes-Filho. Physical Exercise and Morbid Obesity: A Systematic Review.